Qué hacemos (Pastoral)

El Colegio Virgen del Remedio, concreta su Proyecto Educativo, desde su misión, visión y valores, e incorpora cada año  un objetivo general distinto, el cual señala un valor o valores que vemos imprescindibles para la consecución de nuestro Carácter Propio. Las propuestas de mejora del año anterior, sirven como punto de partida al proceso de Pastoral.

Objetivo general

Trabajar el valor de la INTERIORIDAD en las distintas etapas educativas, mediante el desarrollo de las actitudes de: silencio, escucha, observación, admiración, contemplación,  meditar, conocer …..

Junto a los demás colegios del Instituto Stma. Trinidad y partiendo del objetivo se ha lanzado el lema,  “Stop, entre en ti”

Este objetivo general se concreta en objetivos específicos que se adaptan en todas las etapas educativas:

  • Ayudar al alumno a entrar en su interior
  • Enseñarle a identificar emociones
  • Descubrir la importancia del silencio para la escucha
  • Promover el asombro para admirar la realidad día a día
  • Propiciar el encuentro con Jesús en nuestro interior
  • Enseñar a reflexionar llevando a la acción.

Definición de la interioridad

No es lo mismo mirar que ver, ni escuchar que oír. La atención y vivencia interior es el valor añadido a las primeras. Tampoco es lo mismo decir “yo soy” que “yo tengo”, “yo hago”… Se trata de un proceso de ahondamiento en nosotros mismos despertando la dimensión espiritual o de profundidad.

Apostar por una cultura de la interioridad es optar por una cultura que recupere al hombre interior y su capacidad para reflexionar, discernir, amar y elegir en libertad personal y en solidaridad comprometida.

Interioridad es vivir desde dentro y relacionarnos con el exterior desde lo profundo y lo auténtico. Es el descubrimiento del yo más profundo. No es un lugar donde yo me retiro por decisión propia, sino “caer en la cuenta de que yo estoy dentro de alguien” (Kaufman, Cristina).

Como promover un clima de interiorización en el colegio

La educación integral lleva a plenitud todas las dimensiones de la persona. En la educación para la interioridad todas las dimensiones son importantes y han de ir creciendo y desarrollándose desde un centro: la experiencia interior de la persona.

Dimensión Corporal. Todo lo relacionado con el cuerpo. Potenciar el equilibrio físico y la unificación del cuerpo con el mundo interior de la persona.

Dimensión Social. En la relación con otras personas se descubre la alteridad. El intercambio con ellas permite la identificación personal, ajustar los propios comportamientos y descubrir el significado de la existencia. En la comunión con los otros y en relación con ellos descubrimos juntos el paso de Dios por nuestras vidas

Dimensión Psicológica. Abarca lo relativo al pensamiento, emociones y sentimientos. Su desarrollo ayuda a lograr la integración mental, emocional y el autoconocimiento.

Dimensión Espiritual. Comprende lo relativo a la capacidad de hacerse preguntas profundas, sentido de la vida, motivaciones de conducta, capacidad de admiración y la sensibilidad y apertura hacia lo trascendente. En el centro de la persona de halla el espacio más intimo de encuentro con uno mismo y con Dios.

Educar en la interioridad es un proceso de desvelamiento que forma parte del desarrollo integral de la persona. Es acompañar a la persona a descubrir su mundo más íntimo, su potencial interior. Es ayudar a que la persona de un sentido pleno a sus experiencias vitales de modo que pueda vivir de una manera más profunda y autentica su relación consigo mismo, con los otros, con la realidad y con Dios.

La interioridad en nuestro carisma trinitario

Juan de Mata y nuestras Fundadoras supieron dar respuesta a los interrogantes profundos que Dios puso en su interior, suscitando un nuevo carisma en la Iglesia con vocación liberadora: liberación de los cautivos, y liberación de los niños mediante la educación.

¿Y que es liberar si no descubrir lo más profundo que nos habita y vivir conforme a ello?

Para ser liberadores y enseñar a liberar hemos de hacer un proceso en nosotros mismos y en nuestros alumnos de vivencia interior, de escucha, de descubrimiento de nuestro verdadero ser, que viene de Dios y es imagen de Jesucristo.

Rasgos de nuestra espiritualidad

PRESENCIA Y AMOR DE DIOS TRINIDAD que es Padre Hijo y Espíritu: es la profunda experiencia de sentirnos amados por Él personalmente y la convicción de que está con nosotros en las experiencias de cada día.

ESPIRITU DE FAMILIA: relaciones de calor, fraternidad y ternura marcaron desde el principio la espiritualidad de Juan de Mata y nuestras Fundadoras. El espíritu de familia que queremos vivir esta hecho de amor y perdón, ayuda y apoyo, olvido de sí, de alegría y apertura a los demás.

SENCILLEZ: se manifiesta en el modo de relacionarnos con Dios y con los demás. Nos proponemos ser personas íntegras, sinceras, abiertas y transparentes en nuestras relaciones.

LIBERTAD: Dios nos ha hecho libres. El conocimiento de Dios y el conocimiento de las distintas materias nos lleva a ser seres libres, que saben conducirse en la vida y estar al servicio de una sociedad que necesita, a su vez, ser liberada de tantas esclavitudes modernas.

SOLIDARIDAD, especialmente con los más pobres: el conocimiento de nosotros mismos y del Dios trinitario nos lleva a comprometernos con los que más lo necesitan